Todas las personas creativas quieren hacer lo inesperado.

    Radiante y hermosa actriz, ingeniera y madre de dragones las telecomunicaciones como el WiFi y Bluetooth. A pesar de su ardua vida, logró crear un invento que utilizaríamos en nuestro día a día.

    Ubicada entre mis tops de mujeres científicas/ingenieras favoritas se encuentra Hedy Lamarr. Dejaré que ella nos cuente un poco acerca de su vida y sus inventos.

Mi nombre es Hedwig Eva Maria Kiesler,

el cual muchos me conocen como Hedy Lamarr.

    Nací el 9 de noviembre de 1914. Mis padres son de origen judío. Mi padre era un banquero y mi madre era una pianista.

    Mi carrera como actriz inició a los 16 años de edad. Actué en diversas películas de genero erótico. Sin embargo, en la que mas destaqué y ganó popularidad fue Extasis en 1933.

    A pesar de la fama y haber obtenido un premio en Roma por la película, causó un gran revuelo en muchas partes del mundo. Entre ellos, Alemania fue uno de los países que mas hizo hincapié en mi película, sobre todo porque yo era judia.

    Extasis llego a tal punto de prohibirse en la mayor parte de los países por causa de algunas escenas donde mostraba mi cuerpo totalmente desnudo, sin censura, y mostrando mi rostro con un orgasmo en la gran pantalla grande.

    Fue totalmente decepcionante era rechazada por el erotismo…

    Ese mismo año conocí a un comerciante que suministraba armas a los alemanes. Su nombre era Friedrich Mand, un hombre rico. Consideraba Extasis como la gran maravilla y obra de arte, con una reacción completamente diferente al del resto del mundo. Me convertí en su esposa a los 19 años de edad.

    No obstante, detrás de la luz, hay oscuridad.

    Friedrich Mand estaba lleno de celos excesivamente tóxicos, deseos de poder poseerme como si fuera un trofeo sin otro valor y un objeto de su colección. Obligó a mis padres para que me casara con el en contra de mi voluntad. Me negaba a socializar o salir de la mansión donde vivía.

    Me tenia completamente encerrada. Aprisionada y esclavizada. Los guardias me vigilaban 24/7 en todo momento. No podía hacer nada sin la autorización de Mandl. Mi vida se transformó en un infierno. Era insoportable y la soledad era su única amiga.

    Y justo en problemas críticos, es cuando surgen las oportunidades.

    El único momento que podía salir fue cuando me llevaba a sus reuniones de negocios, como su acompañante. Por lo que lo tomé como una oportunidad: sacar información y utilizarla en el futuro en su contra.

    En aquellas reuniones asistian ingenieros alemanes e italianos. Hablaban sobre armamentos de ultima tecnología (para la época) y sus dificultades en la ingeniería en el campo de batalla.

    Sus mayores dificultades eran de comunicación por radio y torpedos no les ayudaba para nada.

    Decidí tomar notas, apuntes mentales acerca de aquellas conversaciones y aprender de su armamento. Cada vez que llegaba a la mansión, me encerraba en mi cuarto a planificar y crear una estrategia para resolver el problema armamentístico. No solo me ayudaba como vía de escape de este infierno, sino que me hacia sentir útil. Aportando algo valioso al mundo.

    Y desde ese entonces retome mi carrera como Ingeniera antes de dedicarme a ser actriz.



    En 1937, poco después de que mi padre murió. Ya no soportaba seguir viviendo de esta manera. Necesitaba salir de este lugar. Así que en una de mis salidas con mi marido surgió el milagro que tanto anhelaba.

    Aproveché a escapar por la ventana de un baño de un restaurante, con la ayuda de una asistenta y un coche que esperaba a fuera. Logré huir hasta Paris y posteriormente a Londres, luego de pasar días escapando de los guardias de Mandl. Tuve que vender las riquesas que me había dejado mi exmarido y para huir a Estados Unidos en un barco.

    La vida me bendijo, y casualmente en ese mismo barco, conseguí un contrato como actriz. Desde ese entonces empecé a llamarme Hedy Lamarr.

    Años mas adelante, con el titulo de Ingeniera de Telecomunicaciones, conocí a George Antheil, un pianista y compositor norteamericano, empresario de MGM.

    Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, ofrecí mis servicios al Gobierno de Estados Unidos. Disponía de información valiosa y privilegiada acerca del armamento del ejército alemán. Mi rencor y odio hacia los nazis era notable.

    Me ubiqué en el departamento de tecnología militar, para trabajar con George Antheil con el fin de crear un artefacto con los datos de sus debilidades que habia recolectado en aquel infierno.

    Ahi me di cuenta de que las señales de radio que guiaban a los torpedos de la armada norteamericana eran muy fáciles de interceptar. Gracias a las habilidades de Antheil con el piano, pensamos en aplicar el principio de la pianola a los torpedos dirigidos por radio.

    En pocas palabras, emplear rollos de papel perforado para que la frecuencia de la comunicación fuera saltando entre 88 valores distintos, equivalentes a las teclas del piano, dentro del espectro magnético. Incluso si un enemigo captara una señal. Así no adivinarían qué frecuencia vendría después porque solo podrían conocer quienes poseyeran una clave.

    La patente se publicó el 11 de agosto de 1942 y le dimos el nombre de Sistema Secreto de Comunicaciones. El cual había sido clasificado como alto secreto. No fue fue utilizada en el momento de su publicación.

    Los militares no supieron apreciar mis habilidades y la utilidad de mi invento en aquel entonces. El gobierno no entendía el concepto de la comunicación inalámbrica y no me reconocieron como inventora. Para la época a las mujeres no la tomaban en serio por ser bellas en cuestiones intelectuales.


    Cualquier chica puede parecer atractiva. Todo lo que tienes que hacer es quedarte quieta y parecer estúpida.


    El Gobierno estadounidense, que había recibido información confidencial que tenía sobre el régimen nazi, me aconsejó que dejara los inventos y me fuera a recaudar dinero a través de bonos de guerra y a animar a las tropas.

    En 1962 mi patente fue utilizada por primera vez en la crisis de los misiles de Cuba, y más tarde en Vietnam. Estados Unidos se apropió del sistema, alegando que se trataba de un invento extranjero, por lo que no pude recolectar ni un solo fondo ya que en 1959 se había vencido la patente y Antheil falleció en ese año.

    La patente también tuvo un papel predominante en el sistema estadounidense de defensa por satélite (Milstar), hasta que en la década de 1980, el sistema de espectro expandido vio sus primeras aportaciones en ingeniería civil.

    En mi vida, tuve varios fracasos profesionales y personales, problemas económicos y de adicción… Fui, al fin y al cabo, víctima de un sistema que la encumbró por mi físico pero que la rechazó como creadora. Tampoco mi labor como inventora fue reconocida sino hasta 1997, cuando ya todo era tarde.

    En el 19 de Enero del año 2000, llego mi fin a los 85 años de edad y mi historia.

Conclusión

    Una mujer brillante que pasó una vida difícil por culpa de su primer marido (tuvo 6) y la gente que no la reconocía por sus habilidades e inteligencia, sino mas que por su belleza, es triste.

    No obstante, la considero como una fuente de inspiración. Ella en las situaciones mas difíciles, y a pesar de que seguía dando lo mejor de si, buscaba formas para aportar cambios buenos al mundo sin importar que. Es alguien digna de seguir, admirar e inspirarse.

    Todos deberíamos tomar ese ejemplo para cumplir nuestras metas, sueños y ambiciones. Superando las adversidades y siempre dando lo mejor de ti aunque nadie te apoye.

    Porque al final del día, todos tenemos a un inventor en nuestro interior y creamos nuestros caminos.

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